Universos en suspensión

El salto al vacío. En suspensión, sin temor a lo que se esconde detrás. La misma emoción que se aprecia en las obras de Luis Coquenão. Son en ambos casos, la pausa antes de continuar, un instante congelado que nos traslada a un escenario en el que crece el interés por averiguar qué hay en la siguiente toma. Y todo ello sin perder de vista la belleza y la estética en cada situación. La pureza del paisaje contra el coraje del salto.
Luis Coquenão y su forma de evocar la naturaleza (exterior e interior) es a través de una pintura muy fluida y transparente que, como ocurre con la acuarela cuando humedece el papel, va generando formas más o menos precisas, más o menos imprecisas, mediante manchas gestos apenas vislumbrados, espacios, luz. El espectador ha de dejarse llevar por la imagen, disolverse en ella caerse en ella como quien se pierde en las profundidades de un haiku.
Las saltadoras de Marta Fàbregas, son mujeres valientes, pioneras. Mujeres que nos hacen despertar de la eterna ensoñación, que nos inspiran y nos hacen crecer. Mujeres que dan un paso adelante, mujeres capaces de saltar, de lanzarse al vacío, contener la respiración y saltar sin red... y volar.
Mujeres en busca de la libertad.
Es aquí cuando se establece el dialogo entre las obras de Luís Coquenão y Marta Fábregas. Espacios, panoramas o más bien realidades a las que estas valientes de antaño, se enfrentan.
La poética de la imagen adquiere aquí un mensaje claro, nada más lejos de la realidad: la mujer de antes y de ahora frente a diversas realidades, adversas o propicias, todas ellas libres de interpretación según el espectador.